miércoles, 10 de octubre de 2012

Mis con-razones

Ya sé de sobra que tienen esas sonrisas
y esas maneras
y todo el remolino que forman en cada paso de gesto que dan.
Pero además las he visto serias, ser ellas mismas
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

 
Es que cuando la máquina del mundo se detiene
y todo me sabe a error por repetir,
ellas funcionan.
Cuando me caigo en la trinchera que llevo años cavando,
ellas sonríen y me levantan.


Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

Que yo también las veo.
que cuando ellas cruzan por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

Que sé como agachan la cabeza, levantan la mirada y se muerden el labio superior.



 
Entiendo que queráis quererlas.
 
 Que razones tenemos todos.

Pero yo,
muchas más que vosotros.

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