Hoy y siempre...
Hoy me levanté con ganas de contarte lo que soñé. Me levanté con
ganas de abrazarte y de no soltarte nunca. Con ganas de susurrarte al
oído la primera idiotez que me viniera a la cabeza. Me levanté con ganas
de besarte, de decirte que te quiero... pero no estabas.
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