viernes, 20 de junio de 2014

Les gustaba complicarse

Les gustaba complicarse, desde el primer momento en que se conocieron.
Empezaron complicándose con otros hasta llegar a complicarse el uno al otro.
Nunca fueron sencillos por separado, siempre tuvieron sus cosas especiales, aquellas que pocas personas saben apreciar positivamente, tampoco fueron sencillos juntos, porque les gustaba complicarse.
Les gustaba complicarse y se gustaban entre ellos. Les gustaba estar juntos, hablar y callar.
Les gustaban los mensajes y las pocas palabras.
Les gustaba estar juntos. Y ese era el problema, demasiado bien estaban para dejarlo todo así, mejor era dudar y complicarse. Pensar que algo saldría mal, que alguno acabaría decepcionando al otro, que todo era un juego, cuando ambos querían seriedad.
Jugaban a ver quien era el más fuerte, y de tanto echar pulsos los dos acabaron perdiendo. Les gustaba ignorarse pero se buscaban siempre que podían, les gustaba que se gustasen, y dudaban de ello también, porque del pasado aprendieron a no confiar, y no dejaron paso al no dudar de las personas.
Decidieron seguir decepcionando a otros, decidieron seguir complicando a los demás, y crear un muro entre ellos, porque les asustaba aquello que era más sencillo que nada, se estaban empezando a enamorar.
Con el paso de los años se encontraron, se vieron a través de un cristal, ella sentada con un café, el parado delante del ventanal. Al verse se sonrieron. No hizo falta más, estaban cansados de las complicaciones, querían sencillez y cariño, querían comprensión y compenetración. Pero el miedo a entregarse con la opción a que te hieran les daba miedo, así que ella siguió con los mensajes hacia aquel tipo que conoció el día anterior y el cogió de la cintura a la chica que estaba a su lado.


No se volvieron a ver y jamás se han olvidado.


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