sábado, 1 de septiembre de 2012

Amor y otras drogas

De pequeño me preocupaba mucho qué llegaría a ser yo de mayor. No sé, cuánto dinero ganaría, o si llegaría a ser alguien importante. A veces, lo que más deseas no se cumple, y a veces, lo que menos esperas que suceda, ocurre. No sé, conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella. Y de repente, conoces a una persona y te cambia la vida... para siempre.

Soy un capullo, ¿vale? Sé bien que soy un auténtico capullo. Porque yo nunca me he preocupado por nadie ni por nada. Esa es la verdad Y todo el mundo más o menos lo aceptaba. Y de repente llegas tú. Joder, tú. Tú no me veías de ese modo. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena, hasta que te conocí a ti, y tú lograste que yo también me lo creyera, así que por desgracia te necesito... y tú me necesitas a mí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario