Para los demás, es un abuelo más, un hombre mayor sin ningún trasfondo... Pero hay algo... Algo que llamaría la atención a todo aquel que se parara a observable. Cómo la mira. Puede verse cómo le ayuda a bajar del bus y como le abotona la chaqueta para que no coja frío.
82 años, más de 50 a su lado... y aún la mira como el primer día.
Mientras quede una sola persona en este mundo que ame sin límite de tiempo, mientras quede una sola pareja que rompa todos los esquemas y se amen hasta el final de sus días... No pierdas la esperanza.
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