Y llega el momento en el que, de nuevo, te sientes el ser más estúpido en la Tierra. Porque no solo has perdido ya todo, sino porque te das cuenta de que todo ha sido mentira. Que sí, que aunque para mí sean de verdad, las relaciones nadie se las toma en serio, son de mentira. Son un estado, en realidad ya nadie se fija en los sentimientos. Y odio esas relaciones, y odio a todas aquellas personas que las hacen de mentira. En serio, yo no dejo de sentir lo que siento entre siesta y siesta, siempre se queda ahí, ¿por qué solo a mí me pasa eso?
Literalmente, me odio, porque siempre escojo el peor camino, siempre caigo en las mismas, y me mando a la mierda constantemente. Pero ya no puedo más, y sí, me voy a obligar a mí misma a pasar, a hacer como hace todo el puto mundo, a obviar, pasar y olvidar sin más, así por simples ganas. A seguir con la vida, sin preocuparse por la otra persona, porque en realidad no te ha importado nunca y no la necesitas para nada. Ese es el problema, que yo si necesito. Es una constante decepción, tristeza, ya no sé ni lo que es.Y si soy una quejica es porque duele, duele y de verdad, y porque al contrario de la mayoría, tengo un corazón de verdad. Pero ya está. Se acabó esta mierda de vida que me sale tener. Si hay que sonreír se sonríe, aunque sea una sonrisa vacía.
Nunca sabes con seguridad qué esconde una sonrisa ni qué se intenta olvidar con un café y un par de copas. A lo largo de tu vida te encontrarás con cientos, quizá miles de personas, que no aprecian las cosas buenas ni le dan el valor que tienen. No sé tú, pero yo pienso muchas veces que debería haber nacido en otra época, cuando el amor no era de usar y tirar y cuando había que luchar de verdad para conseguir lo que querías. Es cierto, ahora las relaciones parecen más un estado que otra cosa, una especie de obligación impuesta, y hay tantas y tan vacías que acaban perdiendo su auténtica esencia. Ya te digo, habrá miles de personas así.
ResponderEliminarPero es posible que, alguna vez, te cruces con "una sonrisa triste" como tú dices. Con unos ojos que han llorado toda la noche, pero que al día siguiente te miran con alegría. Puede que esa loca que no para de reír haya sufrido lo inimaginable y se eche a llorar escuchando una canción. A lo mejor esa chica que lo supera todo y olvida pronto sigue pensando en él todos los días. O tal vez la que es tan segura y tan fuerte se haya sentido el ser más insignificante y estúpido del universo.
No sé, cada uno tiene su forma de combatir el dolor supongo. Es como quitarte una tirita, yo siempre preferí hacerlo rápido y sin delicadeza, aunque me intentaran enseñar a hacerlo despacito y, seguramente, mejor.