Lo que sale cuando no piensas lo que escribes, cuando piensas mientras escribes o escribes mientras piensas, no es comparable con lo que hablas mientras piensas o piensas mientras hablas.
Hoy he aprendido un poco más de mí, hoy mucho más que cualquier otro día (porque siempre aprendes o descubres algo nuevo de ti mismo).
Resulta que si repartieran cinco premios a las personas más vergonzosas/tímidas de todo el mundo, sin dudarlo yo me llevaría uno. Qué bien por el premio, qué mal por lo que significa.
Y es que es un poco triste no saber describirme delante de los demás, y en cambio poder escribir cientos de miles de veces acerca de cómo soy o de mis circunstancias. Es el gen perdido que se conoce como timidez crónica, que parece ser que no porque te hagas más mayor va a desaparecer, sino al contrario, cada vez influye más el entorno y lo que puedan pensar los demás de ti. Esa es la misión de la querida conciencia, informarte de que te están mirando diez personas y que tienes que demostrar todo tu potencial a través de palabras. Pero para eso ya están mi cara color tomate, mi risa floja y mi voz atropellada soltando palabras sin sentido para recordármelo.
Si tengo que decir lo que soy, soy el desastre y el olvido en persona.Y aunque no suene muy alentador, así es como me veo yo.
Soy la que llega tarde a todos lados, la que no sabe ni donde está pinada. Soy mujer de pocas palabras, de pensar más de actuar, de quedarme más dentro de mi cáscara que de saltar fuera, porque me da miedo. No me gusta la gente que se tira flores por tirar, ni la gente que habla por hablar, pero también les envidio porque les sobra eso que se conoce como seguridad en uno mismo, eso que me falta a mi tanto.
Me vale con ser, ser parte de algo importante.
Lo bueno es que no todo en esta vida es hablar en alto y para los demás. Lo bueno es que a los que nos cuesta expresarnos, somos más transparentes, a través de los ojos, de las expresiones. Lo que no decimos en palabras lo decimos en emociones. Sobre todo con las palabras de amor, no hace falta decirlas, no es necesario, a veces incluso es mejor no decir nada. Son las que bastante con mirar de esa forma, para saber que están todas ahí. Y en eso, en eso sí que tengo suerte.
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