Buenas tardes señores, vengo a hablarles de la dedicación y el trabajo, y del amor a una profesión. Vengo a hablarles de la vocación y del empeño. No tiene que ser una carrera de mucho libro y mucho apunte, ni una carrera con salidas, tiene que ser una carrera que te guste, y no basta con que seas bueno en ella, tienes que ser el mejor.
El mejor haciendo lo que te gusta es fácil y además gratificante. Mediocre en una carrera de “las de toda la vida” no lleva a ningún lado, por muy alejado del paro que esté el sector, aunque actualmente no se salva nadie.
Hay que dedicarse a algo que te gusta, y si te gusta lo que estudias el resto está hecho. Si te gusta lo que estudias las noches en vela se hacen más amenas, y las prácticas divertidas. No por más libros y hojas para estudiar que tenga la carrera se considera más importante, porque hasta al más inteligente de todos, una cosa que no le atrae se le atraganta en la garganta.
Así que es hora de felicitar a todos aquellos que tuvieron las agallas suficientes para decir “yo quiero ser X porque me gusta”, felicidades a todos aquellos que se ven trabajando en lo que estudian en un futuro sin pereza y con ganas, felicidades a aquellos que no les importa “el que dirán”, felicidades a todas esas personas que se curran lo que creen que es importante sin desanimarse porque los demás piensan que es una tontería. Enhorabuena a los que lucharon por estudiar lo que quieren ante la cara de desagrado y pitorreo de la sociedad.
Y ánimo con los tópicos de “vaya carrera”, “eso es una tontería”, “estás perdiendo el tiempo” o, y esta es mi favorita “yo tengo más cosas que chapar”. Tú mírales y sonríe, sonríe y piensa que tu futuro lo eliges tú.
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