Nada dura para siempre: así que vívelo, bébetelo, ríete de ello, evita las estupideces sin sentido. Trabaja como si no necesitases dinero, quiere como si nunca te hubiesen hecho daño, y baila como si nadie estuviese mirando. Corre riesgos y nunca te arrepientas porque, en algún momento, todo lo que hiciste era exactamente lo que querías.
A veces, para encontrarse, primero hay que perderse.
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