Carta 2

Hola, soy yo otra vez. Iré directa al grano: te echo de menos. A ti, y a mi yo cuando estaba contigo, cuando era feliz del todo. Te confieso aquí y ahora que me cuesta estar sin ti. Sé que es cuestión de tiempo y de acostumbrarme, pero no puedo. No me veo lo suficientemente fuerte como para olvidar tantas cosas buenas tan rápidamente. Y ahora sé que tú tampoco, que no puedo ser tan gilipollas de pensar que no te cuesta estar sin mí, ahora lo sé. Ya he tenido el valor de abrir mi cajita de nuevo, esa que está reservada para ti. Fue peor de lo que pensaba, salían recuerdos, pensamientos y sentimientos por todas partes, no me dejé nada dentro. Pero es que me sigue dando miedo abrirla y ponerme a remover entre tus recuerdos. Me da miedo porque cuando lo hago me vuelvo frágil, más de lo normal, más que cuando piensas algo y duele, porque no es sólo dolor, es también tristeza y añoranza. Me da miedo volver a llorar por ti, más bien no dejar de hacerlo, y volver al pasado. Todavía no he sido capaz de superar todo eso para poder ser feliz, pero tengo la esperanza de que cuando llegue el momento,abriré la cajita y me saldrá la sonrisa que más te gusta de mi, recordaré todo sin saltarme nada, todos y cada uno de los momentos contigo, siendo feliz. De veras que lo único que quiero es que ese momento llegue, porque no puedo esperar más, yo necesito un cambio, y por lo que me dices, tú también. ¿Alguien nos da la respuesta? ¿Una solución? Yo lo que quiero es no depender de nada ni nadie. Quiero querer sin sufrir pero, ¿eso cómo se hace? Quiero tener como lema «Carpe Diem» y sentirme libre, algo que todavía no he conseguido hacer. Tú siempre me decías: "No te tomes la vida tan en serio, porque al fin y al cabo, no saldrás viva de ella". Y eso voy a hacer. No voy a pensar en el fin de las cosas, sino en todo lo que puedo aprovechar antes de que se acaben. 

Posdata: Porque quien dijo que la idea de infinito no cabe en nuestras mentes, está loco. Yo a ti, te quiero más que eso. Porque amores que matan, nunca mueren.