No miro las etiquetas de la comida para saber cuánto voy a engordar. Soy
incapaz de pasar una semana sin tomar nada que no lleve salado o dulce y no voy a
la peluquería una vez al mes para tener una preciosa melena de barbie.
Reconozco que soy muy vergonzosa y me pongo nerviosa a veces, sobre todo cuando te acercas.
No soy precisamente el modelo de hija ideal, muchas veces mi habitación
está hecha un asco y provoco grandes problemas, tampoco soy la
hermana perfecta, pero con un par de gritos funciono a la perfección.
Nunca estoy quieta, me encanta reírme y no es nada difícil sacarme una sonrisa. Me gusta la moda aunque a veces no lo parezca y me gusta más el día que la noche. Cuando camino por la playa, a mi también se me mete
arena en los zapatos, porque yo también soy persona, y si me pinchas,
sangro. Pero eso sí, soy única en mi especie y eso me encanta.
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