domingo, 28 de octubre de 2012

A veces, las cosas más pequeñas son las que ocupan más espacio en tu corazón

Solo busco otra coartada para esconderme entre tus brazos

Colorín colorado, no sé, me encantas.

Me encanta tu olor, el que se queda en mí cuando me abrazas. Esa risa tuya que suena tan especial, esos intentos tuyos por mantener las cosquillas...
A quién quiero engañar, me encantas tú.


Surrealista, pero bonito

Y ella se siente tan segura en sus brazos, se siente tan protegida que no quiere que sus cuerpos se despeguen. Él es capaz de detener el tiempo y por un solo instante nada importa, solo él y ella. Con cada beso le hace tocar el cielo, ella piensa que es imposible almacenar tanta felicidad dentro de una misma. Y cada vez que algo va mal solo él puede calmarla. Sus miradas son un cuento en donde todo es perfecto, un cuento que está escrito y que se puede leer a la perfección. Ella es tan transparente que no puede ocultar su cara de felicidad cuando acaba de estar con él, pero cuando llega la hora de irse y piensa en las horas que le quedan para volver a verse tan solo puede pensar en cada momento que han vivido ese día. Y es que él es perfecto para ella, en sus manos están los huecos que encajan a la perfección con la mano de él. Ella siente que le ha encontrado y lo único que quiere es que esa historia no termine nunca. 
No le importa todo lo que pueda perder por él, pues ahora él se ha convertido en todo.
Le quiere, y ya no necesita nada más. 

1, 2, 3, 4.

Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.

No te conformes nunca con alguien que no piense
que tu eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.

Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo:
no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.

Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.

No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.

Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.

Recuerda todo eso.

No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.

Recuerda que no hay nada que no pueda
ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Mis con-razones

Ya sé de sobra que tienen esas sonrisas
y esas maneras
y todo el remolino que forman en cada paso de gesto que dan.
Pero además las he visto serias, ser ellas mismas
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

 
Es que cuando la máquina del mundo se detiene
y todo me sabe a error por repetir,
ellas funcionan.
Cuando me caigo en la trinchera que llevo años cavando,
ellas sonríen y me levantan.


Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

Que yo también las veo.
que cuando ellas cruzan por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

Que sé como agachan la cabeza, levantan la mirada y se muerden el labio superior.



 
Entiendo que queráis quererlas.
 
 Que razones tenemos todos.

Pero yo,
muchas más que vosotros.

domingo, 7 de octubre de 2012

Alguien te echa de menos...

Siempre necesité tiempo para mí misma
Pero, ahora, los días se sienten como años
cuando estoy sola
¿Sabes cuánto te necesito ahora?
Cuando no estás…
faltan todas la palabras que necesito
escuchar para atravesar el día