domingo, 28 de febrero de 2016

Andalucía

Mírala cara a cara que es la primera. Ella. La de siempre, la que no falla. Con arte, con salero y con gracia. Que no le toques las palmas, que se conoce. Que sí, que tú ponle unos lunares, dale un abanico y déjale que te baile una sevillana. Y ya me cuentas. No le seas saborío, mucho menos malapipa. Venga amigo, dime que ya sabes lo que significa.
Fititú con qué poco se puede conformar. Que hagas lo que quieras. Sube parriba o baja pabajo. Pero no te quedes apamplao. Que lo tienes muy fácil. Ponle una tapa de jamón, una buena cerveza y llévale al mejor atardecer del Sur. Tranquilo illo, no te pedirá más.
Cusha, te vas a quedar alucinao. Ese acento no lo tiene cualquiera. Ese quejío, esa manera de acortar las palabras y conseguir que, aun así, sea la mejor forma de decir algo. No ni ná. Que no es ella la sagerá, que son los demás que se quedan cortos. Pero que con eso no quiero decirte que sea ni mejó, ni peó. Simplemente, es diferente.
Pero no te vayas todavía, no te vayas por favó. Que esto acaba de empezar. Dale un vaso medio vacío, y llénaselo de arte. Y dale un reloj, pero que no tenga hora. Acompáñale a los carnavales de Cádiz, o a la feria de Sevilla. Y prepárate para reírte una jartá. O una pechá, como prefieras.
A mi manera. O a tu manera. Pero ponle “Siempre Así” de fondo. Y deja que se quede siempre así, con esa sonrisa. Siempre igual. Siempre palante. Con esa manera de tocar las palmas, de mover las caderas, de girar las muñecas al son de la caja y la guitarra. Pero no te quedes ahí parao, no seas sieso. Que si eres así no se enfada, pero le da coraje.
No sé si te has dado cuenta, pero te hablo de ella. Que no te hagas el longui. Que te hablo de la de Málaga, de la de Sevilla, de la de Granada, de la de Córdoba, de la de Cádiz, de la de Huelva, de la de Almería o de la de Jaén. Te hablo de todas ellas, de las de despeñaperros pabajo. De las de Andalucía, del sur. De las que pueden llegar a perder el norte pero nunca se olvidan de donde vienen. Porque Andalucía es Andalucía. Venga amigo, no te lo pienses. Ya sabes de lo que te hablo, ya sabes donde encontrarla.
¿A que no tienes huevos?
Feliz día de Andalucía. A esas ocho provincias, a esa gente que no se puede aguantá. A vosotros y a vosotras, por tener tanto arte.

- Un rincón maravilloso -

sábado, 6 de febrero de 2016

Vete a por todas

Tú que has ganado mil batallas. Tú que has sobrevivido a todo. A ti que te han dado palos. Y muchos. Y que tienes cicatrices por toda la espalda. Tú que sabes lo que es tropezar con una piedra. O con dos. Pero que también sabes lo que es levantarse y mirar al frente.
Sí, tú. Dime que te vas. Dime que te vas a luchar por todo lo que quieres. Que vas a cumplir tus sueños. Sin mirar atrás. Dímelo. Y haz lo que quieras. Hazlo como quieras. Como te apetezca. Como te salga. Pero hazlo de tal forma que, si acaba, puedas decir “he sido feliz”. Y que puedas alegrarte por haberlo dado todo en cada segundo, por haber dejado sudor y lágrimas. Y sonrisas. También.
Porque dicen que nada es imposible. Que solo hay personas incapaces. Pero tú no eres una de ellas, ¿verdad?. No. Tú vas allí, con fuerza, con ganas. Porque la vida te puede sorprender. Para bien o para mal. Pero aun así tú vas. Y que pase lo que tenga que pasar. Y que venga lo que tenga que venir. Y que si llega el fin del mundo, que te pille bailando. O riendo.
Prométeme que vas a ir a dar todo de ti. Que no lo vas a intentar. Que lo vas a hacer. Prométeme que vas a ir para demostrar quién eres en cada lugar. Para dejar huellas. Prométeme que no me defraudarás. Que no te defraudarás. Y que no irás pensando en qué pasará. Sino disfrutando de cada paso que das. Que no te rendirás. Ni un solo segundo. Y que no mirarás atrás ni para coger impulso. Porque a ti no te hace falta.
Hazlo. Venga. Atrévete. Porque tú puedes. Y que dure lo que tenga que durar, pero disfrútalo. Disfrútalo como si fuera para toda la vida. Que dicen que no pasa nada, pero es que mientras nada pasa, la vida se escapa. Y supongo que no querrás que se escape. Ni la vida. Ni nada. Así que venga. Vete. Pero ve a por todas.
Porque, si no vas a por todas, ¿a qué vas?


< Un rincón maravilloso >