sábado, 6 de febrero de 2016

Vete a por todas

Tú que has ganado mil batallas. Tú que has sobrevivido a todo. A ti que te han dado palos. Y muchos. Y que tienes cicatrices por toda la espalda. Tú que sabes lo que es tropezar con una piedra. O con dos. Pero que también sabes lo que es levantarse y mirar al frente.
Sí, tú. Dime que te vas. Dime que te vas a luchar por todo lo que quieres. Que vas a cumplir tus sueños. Sin mirar atrás. Dímelo. Y haz lo que quieras. Hazlo como quieras. Como te apetezca. Como te salga. Pero hazlo de tal forma que, si acaba, puedas decir “he sido feliz”. Y que puedas alegrarte por haberlo dado todo en cada segundo, por haber dejado sudor y lágrimas. Y sonrisas. También.
Porque dicen que nada es imposible. Que solo hay personas incapaces. Pero tú no eres una de ellas, ¿verdad?. No. Tú vas allí, con fuerza, con ganas. Porque la vida te puede sorprender. Para bien o para mal. Pero aun así tú vas. Y que pase lo que tenga que pasar. Y que venga lo que tenga que venir. Y que si llega el fin del mundo, que te pille bailando. O riendo.
Prométeme que vas a ir a dar todo de ti. Que no lo vas a intentar. Que lo vas a hacer. Prométeme que vas a ir para demostrar quién eres en cada lugar. Para dejar huellas. Prométeme que no me defraudarás. Que no te defraudarás. Y que no irás pensando en qué pasará. Sino disfrutando de cada paso que das. Que no te rendirás. Ni un solo segundo. Y que no mirarás atrás ni para coger impulso. Porque a ti no te hace falta.
Hazlo. Venga. Atrévete. Porque tú puedes. Y que dure lo que tenga que durar, pero disfrútalo. Disfrútalo como si fuera para toda la vida. Que dicen que no pasa nada, pero es que mientras nada pasa, la vida se escapa. Y supongo que no querrás que se escape. Ni la vida. Ni nada. Así que venga. Vete. Pero ve a por todas.
Porque, si no vas a por todas, ¿a qué vas?


< Un rincón maravilloso >

No hay comentarios:

Publicar un comentario