sábado, 1 de septiembre de 2012

Hasta lo he escrito: "tengo ganas de ti"

Y entonces me alejo así, viéndola asombrada, mientras sonríe. Y soy feliz. Como hace mucho tiempo que no lo era... Culpable sólo de la inscripción que ocupa toda la fachada de su casa. Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos. No tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz. Contigo.

Federico Moccia

Los que mueren de verdad son los que no viven. Los que se reprimen porque los asusta el qué dirán. Los que hacen descuentos a la felicidad. Los que se comportan siempre de la misma forma pensando que no se puede hacer nada diferente, los que piensan que amar es como una jaula, los que nunca cometen pequeñas locuras para reírse de sí mismos o de los demás. Mueren los que no saben pedir ni ofrecer ayuda.

Antes de nada, piensa

Hay que saber darle prioridad a las cosas verdaderamente importantes, aquellas que nos ayudan y nos hacen felices todos los días. Las tentaciones son muy malas, nos hacen estar alegres por pocos momentos y con esas alegrías momentáneas creemos que somos felices. No nos engañemos, esas debilidades no son más que pequeñas tonterías que nos hacen estar alegres 1 hora, 1 día, 1 semana... pero no nos llenan como persona. La vida es un viaje que debemos emprender acompañado, y esas personas no pueden ser cualquiera, son aquellas personas que están ahí, constantes, día a día, diciéndote tus virtudes, tus errores, estando junto a ti cuando te falte aire de tanto reír o te ahogues en tus lágrimas; cuando te vuelvas loca te rabia, cuando el mundo se te venga encima, o simplemente cuando necesites hablar.

Soy esa chica a la que se le forman nudos constantes en la garganta y no puede hablar. Por eso escribo.

Soy la clase de persona que no se rinde fácilmente, pero que a la mínima se le echa el mundo encima, pero solo durante cinco o diez minutos. Ese tipo de chica que no piensa lo que dice, de las que se arrepienten al tiempo que hablan. Soy alguien fácil de convencer y difícil de hacer entrar en razón. Ese tipo de persona que nunca llegas a conocer del todo y que sin querer, sonríe para ser mucho más fuerte. Soy esa chica que le gustaría ser distinta, y tener otra personalidad completamente distinta a la suya.

jueves, 30 de agosto de 2012

CONTIGA

Que se joda el viento si me escondo contigo, que se joda el mar si prefiero bañarme en tus ojos, que se joda el sol si prefiero la noche contigo. Que se joda el tiempo si lo gasto en ti las veinticuatro horas, que se jodan las cuerdas de mi guitarra si es a ti a quien prefiero acariciar. Que se jodan algunas personas si mi vida se reduce a ti, que se joda mi alma si mi cuerpo prefiere la tuya, que se joda mi vida si yo formo parte de la tuya. 

martes, 28 de agosto de 2012

Tengo muchas razones

Admito que en ocasiones debería ser mas egoísta, pero el problema es que lo soy cuando no toca. No me hace gracia que me hagan esperar, pero menos hacer esperar, por eso no tengo ni idea de por qué soy tan impuntual. Cuando veo algo que quiero, intento hacer todo lo que esté en mis manos por conseguirlo, y hasta que no lo consigo, no me quedo tranquila. Podría decirse que soy un poco bastante cabezota y que es difícil cambiar mi forma de ser. Conozco a bastante gente, tengo muchos amigos, conocidos, y demás, pero estoy segura de que hablando de mis amigos con los dedos de las manos me sobra para contar a los de verdad. No puedo evitarlo, siempre suelo depender de ciertas cosas o personas, sin las que sé que no podría ser verdaderamente feliz. Me cuesta mucho expresar mis sentimientos, y cuando lo hago, las pocas veces claro, me siento mucho mejor. Mi madre dice que soy irresponsable e inmadura, qué mal y qué bien me conoce a la vez. A veces me cuesta pedir perdón, por eso de que soy cabezota, y sé que no perdono enseguida. Que me pidan perdón, pero no demasiadas veces, por favor. Estoy segura de que lo peor que se puede hacer es perder el tiempo, y yo, lo hago a menudo, cosa que más tarde me paro a pensar. Me considero bastante introvertida, aunque hay algunas personas con las que no me cuesta nada ser yo misma. Soy impulsiva, hago cosas sin pensar, de esas de las que luego la gente se suele arrepentir, pero yo nunca lo hago, arrepentirse me parece de idiotas. No tengo fuerza, hasta un saltamontes me ganaría en un pulso. Es demasiado fácil hacerme daño, soy bastante sensible. No me gusta llorar, pero lo hago tanto que pienso que hasta me sienta bien. Eso sí, si es de risa me encanta. No me considero con ninguno de esos adjetivos con los que uno se suele describir (simpático, divertido, cariñoso, alegre, etc). No sabría como describirme, solo me sale decir eli, en minúsculas como lo soy yo.

Un continuo sube y baja, ilógico, cabezazo contra la pared

- ¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
- ¿Color rojo? querrá decir negro.
- No, se puede tener un día negro porque una engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.

jueves, 16 de agosto de 2012

Tu actitud, idiota, justifica la mía.

Reír para no llorar, dormir para no pensar

No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer. No vale con dejarse ir y seguir la corriente, hay que saber pararse. No vale vivir al límite, rozar lo que no debes, sino que hay que apartarse desde el principio. No es posible querer solamente a una chica cuando en realidad quieres que todas te hagan caso. No es suficiente con estar a todo y mal, es preferible estar solamente en los peores momentos. No basta con decir que sí a todo, se debe también tomar la iniciativa. No es bueno aquel de quien no se sabe lo malo, ese no es más que un cobarde. No vale con lavarse las manos y caer en lo mismo, sino en no caer en los mismos errores. No basta con ser mil veces perdonado, quien busca tanto el perdón ya lo hace sin corazón. El que ha sido solo una vez perdonado es el único arrepentido de verdad. No es suficiente con mentir, ¿no? para algunos también hace falta ocultar.

Nos vino a visitar la cruda realidad, entró sin llamar

¿Por qué la gente (así, en plural, que queda más realista) oculta cosas a los demás? ¿Qué pasa, miedo a no ser aceptados? ¿Demasiado sentimiento de culpa? Tanto la mentira como la ocultación de las cosas nunca llevan por buen camino. Todo, todo en este mundo, acaba saliendo a la luz, de alguna forma. La mentira duele, pero lo mismo hace ocultar las verdades.