Y llega el momento en el que, de nuevo, te sientes el ser más estúpido en la Tierra. Porque no solo has perdido ya todo, sino porque te das cuenta de que todo ha sido mentira. Que sí, que aunque para mí sean de verdad, las relaciones nadie se las toma en serio, son de mentira. Son un estado, en realidad ya nadie se fija en los sentimientos. Y odio esas relaciones, y odio a todas aquellas personas que las hacen de mentira. En serio, yo no dejo de sentir lo que siento entre siesta y siesta, siempre se queda ahí, ¿por qué solo a mí me pasa eso?
Literalmente, me odio, porque siempre escojo el peor camino, siempre caigo en las mismas, y me mando a la mierda constantemente. Pero ya no puedo más, y sí, me voy a obligar a mí misma a pasar, a hacer como hace todo el puto mundo, a obviar, pasar y olvidar sin más, así por simples ganas. A seguir con la vida, sin preocuparse por la otra persona, porque en realidad no te ha importado nunca y no la necesitas para nada. Ese es el problema, que yo si necesito. Es una constante decepción, tristeza, ya no sé ni lo que es.Y si soy una quejica es porque duele, duele y de verdad, y porque al contrario de la mayoría, tengo un corazón de verdad. Pero ya está. Se acabó esta mierda de vida que me sale tener. Si hay que sonreír se sonríe, aunque sea una sonrisa vacía.