martes, 19 de junio de 2012

E de estúpida

Siento dejarme llevar por impulsos, buenos y malos, siento dejar que hagan conmigo lo que quieran, siento ser una imbécil que consiente todo, siento no poder hacer nada por evitarlo... Pero sobre todo, lo siento por mí misma.

domingo, 10 de junio de 2012

A veces son muchas veces

A veces te preguntarás por qué el amor no te da una segunda oportunidad, y sin embargo, te sigue llenando la copa de razones inútiles.
A veces te preguntarás por qué el amor no hace una locura por ti, después de las mil y una locuras que has hecho tu por él. 
Por las noches, pensarás si alguien te ha escrito una carta y nunca te la ha enviado. Entonces te acordarás de todas las cartas que has escrito. Las que regalaste y las que nunca llegaste a enviar. 
A veces echarás de menos el amor de los domingos. 
A veces me sobra mundo y me faltas tú.

¿Sabéis una cosa?

Me gusta de verdad escribir cosas por aquí, además que me hace sentir bien. Son trocitos de mi vida, que muchos parecerán que no tienen sentido, pero para mí todo encaja tal y como es. Sé que no me expreso bien, que a muchas frases no se les puede encontrar el sentido, que pongo millones de "que" por donde no los hay, y que me encanta ponerle tilde a todo. Además, para lo de la ortografía reconozco que soy maniática, que me invento palabras y qur las combino como me apetezca, según el día. Pero lo que más me gusta es volver a leer una y otra vez lo que está escrito desde el principio, para darme cuenta de todo lo rápido que va la vida, de todos los cambios de humor que tiene, y de lo pañuelo que es el mundo, ¿verdad? Y una vez que me leo todo de nuevo, voy y empiezo a leer lo que escriben las pescas que mejor escriben del mundo. Me encanta ver como cada una tiene su propio estilo, ideas propias, manías, experiencias y formas de pensar distintas. Pero que al final, siempre encuentro una relación entre tantas palabras escritas que vienen y van sin aclararse de su propia función. Porque antes o después, cualquiera que tenga un poco de tiempo y se ponga a leerlas, se dará cuenta de lo buenas que son, y que ya solamente por ese punto fuerte que tienen, acabará entendiendo el porqué de su amistad.

entre miles de millones de estrellas

Hay personas mágicas. Personas que intentan ser mágicas pero no llegan a serlo. Hay personas que abrazan a personas con magia. Y hay magia entre personas que no se atreven a abrazarse. Hay personas que vale la pena conocer. Y sería una pena no conocer ni sus sueños... ni su magia. Ellas son mágicas, princesas con magia o como queráis llamarlo, y por eso merece la pena conocerlas tanto a ellas como sus sueños.
"Girar el cielo para que en el suelo se pueda volar, cambiar las izquierdas por las derechas para ser disléxicos de ideas, cojos de maldad y revertidos de cuerpo. Carne por fuera y piel por dentro, envueltos en plástico con burbujas para explotar. Amar con la cabeza y abrazar con los pies, que todo empieza siempre a vestirse por abajo."

sábado, 2 de junio de 2012

Me encantaría quererte un poco menos, pero no puedo

Es como si fuera algo que me calma pero sin el como, porque lo que más me apetece del mundo es tenerle aquí delante y tirarme a sus brazos, para abrazarle lo más fuerte que pueda... Me encantaría poder vivir sin aire, sin agua, sin luz, pero no sin él, porque como todas esas cosas, es técnicamente imposible, imposible de cualquier forma. Siento a veces sacar mi humor de mierda en forma de palabras que duelen, que en realidad no significan ni la mitad de lo que de verdad siento, a veces sí, pero la mayoría de veces no.
Creo que la concepción que tiene el mundo del amor no es del todo correcta. Amor no es tener a alguien regalándote cosas bonitas a todas horas, ni diciéndote solamente lo que quieres oír. No es presumir del novio o novia que se tenga solo por aparentar, ni tampoco estar con alguien por quien no tienes sentimientos de verdad. Tampoco es darse por vencido por nada y no intentar buscar una salida, cualquiera que sea mejor, que por muy dura que sea, merezca la pena intentarla. No es tener a alguien que esté dispuesto a darlo todo por ti mientras tú solamente aceptas, sin dar. Porque el amor es dar, darlo todo por quien creas que se lo merezca y no esperar nada a cambio, solamente su felicidad. Es estar dispuesto a hacer cualquier cosa por estar con él, por un abrazo, por un beso, por ver su cara, por un guiño nada más.
El amor no es esa persona intentando calmarte y dándote la razón mientras le gritas, sino que es esa persona gritándote de vuelta, hasta dejarte sin voz. Es aquello que te dice, lo que quieres oír y lo que no, lo que te refuerza y lo que te hunde. Es cuando le das la mano no para ver lo bonito que queda, sino para poder apretarle lo más fuerte que puedes, para no dejarle ir, para sentirle todo el rato, para decirle así que le quieres. Es buscar el abrazo más fuerte que se pueda dar y así, sentirte la persona con más suerte del mundo. Es simplemente que te guste pasar horas mirándole y nada más, callarle con un beso, dejar que te calle y ser cada uno tal y como se es. Es aquello que ocurre sin darnos cuenta, hay amores tan firmemente fuertes que pasan desapercibidos en el mundo, esos son de los mejores, mejor que aquellos que lo aparentan y en realidad no lo son. Es algo que a veces cuesta describir, pero que cuando piensas en ello únicamente se te aparece su imagen en la cabeza, por eso sabes perfectamente lo que es y no te hace falta decir nada. Por eso sientes que es como una droga. Ahora entiendo eso que me sonaba a drogadicto, entiendo el significado, porque cada poco necesitas una dosis, y no puedes dejar de esperar a que llegue. Y con el tiempo vas necesitando más y más, se hace más fuerte y mejor. El amor es dejar una huella en alguien, y una vez que te la dejan a ti no quieres que se despegue de ti para que no se borre. Más que sentir como quien dice mariposas en el estómago, es una sensación de tener nervios de infarto, sensaciones de angustia, de felicidad, de nostalgia muchas veces, de bienestar con todo lo que tenga que ver con él, incluso de escalofríos mientras sientes caricias por la espalda. El amor son tantas cosas, para muchas personas no existe, pero yo pensaría que cada persona vive el amor de la forma que quiere, y a cada uno nos parece lo mejor aquello que nos da la felicidad, que aporta más que un grano de arena una playa entera a nuestra vida, porque al fin y al cabo termina convirtiéndose en alguien más importante que tú mismo, resulta que mi mundo nunca más va a volver a girar en torno a mí, y no me desagrada esa sensación, para nada.
El amor es llorar, sin más, de alegría o felicidad, sin razón o con razón... Mi teoría es que quien siente de verdad y conoce lo que es el amor sin engañarse, ha dejado salir sus sentimientos, tanto como una explosión de felicidad como en forma de lágrimas. Esas que no ve nadie, esas de cuando estás tumbado en la cama, que no te dejan ni dormir. De esas hablo, de las de los sentimientos de verdad. Porque el amor es mil veces mejor que sentirse 100% feliz sin tener a alguien que te enseñe que hay un mundo de diferencia entre sentirse feliz y sentirse completo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

What is love?

Love is a funny thing. You expect it to be easy. You expect it to be a world of roses and laughs and perfect moments that you find in movies. You expect him to always say the right thing, and always know exactly how you feel or exactly how to react to it. You expect him to calm you down when you’re yelling or to chase you when you run away. You expect so much that you feel entirely and utterly defeated when something doesn’t exactly match up with all your plans. But that’s the thing. Love isn’t a plan, it doesn’t have a certain beginning and it certainly has no end or visible finish line to those deeply in it.
Love happens; it is so incredibly messy. People around you cant comprehend why you do the things you do, or why you fight so hard for something that seems to cause so much pain, because simply, the cant see. They cants see the invisible ring of insanity that surrounds you when you’re in love. Its inconvenient and painful and devastating at times, but we cant live without it. What you don’t learn is how hard love is. How much work it takes. How much of ourselves we have to put into it. How it isn’t worth it until we are complete and utter idiots about it.
Love isn’t him calming you down when you yell. It’s him yelling, just as loud, just as hard, right back at you, right in your face to wake you up and to keep you grounded. It isn’t him bringing you roses everyday or cute things that make your relationship appear more presentable.
Its after a long fight, that drains the life and bones right out of you both, and yet him showing up at your door the next morning anyway. Its not him saying all the right things or knowing exactly how to handle you. So no, it’s not him caressing your hair and telling you everything is going to be alright. Its him standing there, admitting he’s just as scared as you are. You have to remember that with love, you’re not the only one involved. You’ve unknowingly put your life, your heart into the palms of another persons hands and said, “here. Do what you will. Mash it into mince meat. Or forget I ever handed it to you. As long as you have it.”
It makes us crazy. It makes reality invisible and it erases all the lines that we shouldn’t cross. Because love isn’t about fencing ourselves in; feeling safe, feeling sure about the future. It’s about scaring the shit out of every nerve in our body, but pushing forward anyway. Because ll the fighting and all the tears and all the uncertainty is worth it. And it’s a hell of a lot better, than being 100% happy without someone to show us that there is a world of a difference between feeling “happy” and feeling whole.
In sum, it’s one word: HIM

lunes, 21 de mayo de 2012

Carlos Salem

Las despedidas

He conocido ya contigo una infinita variedad de despedidas.
(Esta manía mía de acompañarte hasta el anden,
solo para olvides que otro extremo del trayecto
no hay nadie que te entienda y te reciba.)

Te has  despedido con prisas,
con ebria euforia sin recato,
com besos para el escándalo de pasajeros que no saben que lo son,
con piquitos por si acaso,
te has despedido dejando en mi dedo medio tu sabor más profundo,
preocupada por lo que te espera en un pueblo al que no perteneces,
impaciente por llegar allí para volver a mi en un par de horas,
agobiada por problemas o secretos,
y creo recordar que una vez,
enfadada por no recuerdo bien qué exceso mío
que juré  no volvería a repetirse.

Y lo que me asombra
no es la versatilidad de nuestras despedidas,
sino que cada vez te digo adiós
como si te dijera "bienvenida".

Eso me gusta, porque es otra forma de tenerte,
cuando crees que te vas
y la parte de ti que no se rinde
 se queda conmigo.

Eso me gusta.
Pero por si acaso, vuelve.