"Hay personas que te ofrecen las estrellas, y personas que te llevan hasta ellas"
domingo, 11 de diciembre de 2016
Escoge bien
Quédate con quien te mire como te mira tu abuela cuando estás comiendo. Como mira un niño pequeño sus dibujos animados preferidos. Y como mira la revista de los juguetes. Como miras tú el chocolate el día que empiezas la dieta. Y con quien te mire como mira su chaqueta favorita en rebajas.
Quédate con quien te mire como mira tu amiga más fiestera a esa primera copa de un viernes. Y a esa caña congelada un día cualquiera. Quédate con quien te mire como tú miras el café un lunes. O como miras esa pizza a las seis de la mañana al llegar de fiesta. Con quien te mire como mira una madre a su hijo por primera vez.
Quédate con quien te mire como mira a su equipo favorito cuando levanta la copa. Y con quien te mire como mira a su cama después de un día agotador. Con quien te mire como mira al arco iris después de una terrible tormenta.
Quédate con quien te mire como mira a su equipo favorito cuando levanta la copa. Y con quien te mire como mira a su cama después de un día agotador. Con quien te mire como mira al arco iris después de una terrible tormenta.
jueves, 10 de noviembre de 2016
Abrazos bonitos
"Y es que, hay abrazos que te salvan.
Que te hacen no querer soltarte nunca. Donde sabes que, aunque todo vaya mal, ahí, apretado, estás bien.
Muy bien."
Muy bien."
<Un rincón maraviloso>
domingo, 28 de agosto de 2016
SINCERICIDIO
Cuando te has rendido a la monotonía, necesitas a una persona que te recuerde que el amor es dejarse llevar, ser libre, tener la valentía de seguir sus pasos con los ojos cerrados sin miedo a lo que pueda pasar. Y entonces, descubres que el amor de verdad es una variable enloquecida de la vida. Una variable que va fabricando recuerdos que quedarán grabados para siempre en tu memoria.
Cada historia es única, hay personas que esperan y esperan durante años a que aparezca su alma gemela, las hay que se encuentran con ellas sin buscarla en el momento menos esperado y hay otras que cuando ya pensaban que la tenían y no se les podía escapar, de repente se dan cuenta de que se habían equivocado.
Pero por suerte, el amor tiene giros y sorpresas inesperadas que lo cambian todo para siempre.
Un accidente puede ser positivo o negativo.
Depende de cómo lo mires, ¡del modo en que cambie tu vida a partir de ese momento!
miércoles, 30 de marzo de 2016
Y así...
Después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.
Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas.
Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.
Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas.
< Walt Disney >
martes, 29 de marzo de 2016
Con dos dedos de frente
No hace falta tener dos dedos, tres dedos, cuatro dedos de frente. No es necesario tener un auténtico frontón para darse cuenta. Cualquiera con frente, sabría que tú eres de esas por las que uno daría la vuelta al mundo, lo pondría todo del revés, perdería sus principios y vendería sus finales: todos sus finales. Cualquiera que te conociera lo sabría. Cualquiera con frente se enamoraría de ti. Aunque los dedos de frente escaseen, nunca debes olvidar que siempre habrá alguien con frente que sepa que nada ni nadie podría superar tu forma de ser, de estar, de parecer. Que nada ni nadie lo revolvería todo tan bien como tú, lo decoraría todo con tanto azúcar, daría tanto esperando tan poco a cambio.
Porque cualquiera con frente se daría cuenta de que no haces nada por hacer, ni hablas nada por hablar. Que lo tienes todo tan medido como poco meditado. Que todo es tan fuego, aunque tú intentes ser hielo, que es imposible no cegarse al mirar directamente las llamas.
Quizás por eso lo fácil sea apuntar la vista hacia otro lado.
Quizás por eso lo sencillo sea evitar lo complicado.
Pero no temas, no pienses que nunca hallarás ese alguien que contenga en su interior la paciencia, las ganas, la magia necesaria para quererte como tú mereces: con dos dedos de frente. No creas, aunque ahora lo creas imposible, que no habrá nadie que quiera enfrentar contigo tus mejores y peores momentos, tus logros y tus fracasos, tus ilusiones y temores. Y sobre todo, no pienses que es por ti, no dudes ni por un momento que eres la causa, la razón, el porqué de tanta falta de cuidado, de tan poco tacto, de tan poca consideración. Recuerda que no todo el mundo nació para comprender la sensibilidad. Recuerda que no todo el mundo nació para saberte entender. Y sobre todo, recuerda, que no siempre no ganar significa perder.
Porque tú no tienes ni idea, pero cualquiera con frente sabría que lo mejor que tienes es lo que callas. Que lo más bonito que haces es todo aquello que haces sin darte cuenta, sin quererlo, sin saberlo. Cualquiera, hazme caso, podría llegar a saber, si de verdad quisiera saberlo, que te pasarías los días buscando en el cielo todo lo que falta por el suelo, que miras tanto hacia arriba que olvidas que la realidad está por aquí abajo, que cuando te faltan las palabras es porque lo que quieres decir, de verdad te importa. Cualquiera que te mirara, solo harían falta dos segundos, lo sabría.
Pero claro, tiene que mirarte.
Aunque hoy no lo creas, aunque hoy no lo veas… tú eres esa clase de persona por la que uno movería los continentes, la tierra, los planetas. Así que no pienses que porque uno no tuvo frente, no habrá nadie que la tenga.
Porque cuando menos lo esperes, alguien con dos dedos de frente, no te dejará marchar.
domingo, 28 de febrero de 2016
Andalucía
Mírala cara a cara que es la primera. Ella. La de siempre, la que no falla. Con arte, con salero y con gracia. Que no le toques las palmas, que se conoce. Que sí, que tú ponle unos lunares, dale un abanico y déjale que te baile una sevillana. Y ya me cuentas. No le seas saborío, mucho menos malapipa. Venga amigo, dime que ya sabes lo que significa.
Fititú con qué poco se puede conformar. Que hagas lo que quieras. Sube parriba o baja pabajo. Pero no te quedes apamplao. Que lo tienes muy fácil. Ponle una tapa de jamón, una buena cerveza y llévale al mejor atardecer del Sur. Tranquilo illo, no te pedirá más.
Cusha, te vas a quedar alucinao. Ese acento no lo tiene cualquiera. Ese quejío, esa manera de acortar las palabras y conseguir que, aun así, sea la mejor forma de decir algo. No ni ná. Que no es ella la sagerá, que son los demás que se quedan cortos. Pero que con eso no quiero decirte que sea ni mejó, ni peó. Simplemente, es diferente.
Pero no te vayas todavía, no te vayas por favó. Que esto acaba de empezar. Dale un vaso medio vacío, y llénaselo de arte. Y dale un reloj, pero que no tenga hora. Acompáñale a los carnavales de Cádiz, o a la feria de Sevilla. Y prepárate para reírte una jartá. O una pechá, como prefieras.
A mi manera. O a tu manera. Pero ponle “Siempre Así” de fondo. Y deja que se quede siempre así, con esa sonrisa. Siempre igual. Siempre palante. Con esa manera de tocar las palmas, de mover las caderas, de girar las muñecas al son de la caja y la guitarra. Pero no te quedes ahí parao, no seas sieso. Que si eres así no se enfada, pero le da coraje.
No sé si te has dado cuenta, pero te hablo de ella. Que no te hagas el longui. Que te hablo de la de Málaga, de la de Sevilla, de la de Granada, de la de Córdoba, de la de Cádiz, de la de Huelva, de la de Almería o de la de Jaén. Te hablo de todas ellas, de las de despeñaperros pabajo. De las de Andalucía, del sur. De las que pueden llegar a perder el norte pero nunca se olvidan de donde vienen. Porque Andalucía es Andalucía. Venga amigo, no te lo pienses. Ya sabes de lo que te hablo, ya sabes donde encontrarla.
¿A que no tienes huevos?
Feliz día de Andalucía. A esas ocho provincias, a esa gente que no se puede aguantá. A vosotros y a vosotras, por tener tanto arte.
- Un rincón maravilloso -
sábado, 6 de febrero de 2016
Vete a por todas
Tú que has ganado mil batallas. Tú que has sobrevivido a todo. A ti que te han dado palos. Y muchos. Y que tienes cicatrices por toda la espalda. Tú que sabes lo que es tropezar con una piedra. O con dos. Pero que también sabes lo que es levantarse y mirar al frente.
Sí, tú. Dime que te vas. Dime que te vas a luchar por todo lo que quieres. Que vas a cumplir tus sueños. Sin mirar atrás. Dímelo. Y haz lo que quieras. Hazlo como quieras. Como te apetezca. Como te salga. Pero hazlo de tal forma que, si acaba, puedas decir “he sido feliz”. Y que puedas alegrarte por haberlo dado todo en cada segundo, por haber dejado sudor y lágrimas. Y sonrisas. También.
Porque dicen que nada es imposible. Que solo hay personas incapaces. Pero tú no eres una de ellas, ¿verdad?. No. Tú vas allí, con fuerza, con ganas. Porque la vida te puede sorprender. Para bien o para mal. Pero aun así tú vas. Y que pase lo que tenga que pasar. Y que venga lo que tenga que venir. Y que si llega el fin del mundo, que te pille bailando. O riendo.
Prométeme que vas a ir a dar todo de ti. Que no lo vas a intentar. Que lo vas a hacer. Prométeme que vas a ir para demostrar quién eres en cada lugar. Para dejar huellas. Prométeme que no me defraudarás. Que no te defraudarás. Y que no irás pensando en qué pasará. Sino disfrutando de cada paso que das. Que no te rendirás. Ni un solo segundo. Y que no mirarás atrás ni para coger impulso. Porque a ti no te hace falta.
Hazlo. Venga. Atrévete. Porque tú puedes. Y que dure lo que tenga que durar, pero disfrútalo. Disfrútalo como si fuera para toda la vida. Que dicen que no pasa nada, pero es que mientras nada pasa, la vida se escapa. Y supongo que no querrás que se escape. Ni la vida. Ni nada. Así que venga. Vete. Pero ve a por todas.
Porque, si no vas a por todas, ¿a qué vas?
< Un rincón maravilloso >
viernes, 29 de enero de 2016
Superhero
Que ya te lo dije, que los héroes no existen. Pero, de vez en cuando, alguien que está más triste que tú, te saca una sonrisa.
Y entonces sí.
jueves, 28 de enero de 2016
De vez en cuando párate, piensa
Que suene tu canción favorita al encender la radio. Que no te toque nadie delante en la cola del supermercado en hora punta. Esa siesta ilimitada el primer día de vacaciones. Un viaje con amigos. O con tu familia. O con tu pareja. En definitiva, viajar. Los reencuentros. Un chocolate caliente un día frío. Encontrar un billete aunque no sea de cien. El primer sorbo de cerveza en copa congelada. Los abuelos. Los besos en el cuello. Aprender un insulto en otra lengua. Disfrutar como una niña pequeña en un concierto. Las sorpresas. Dejarte la voz en la ducha. Esa persona especial. Bailar hasta que tus pies no puedan más. Acostarse sin poner el despertador. Disfrutar haciendo nada. Saberte las respuestas de un examen difícil. Aprobar. La piel de gallina al recordar algo que te hizo feliz. Y reír. Y comer. Y llorar de alegría. Y beber. Que la vida son dos días. Cumplir sueños. Pasar tiempo con un viejo amigo y saber que hay cosas que nunca cambian. Un gol de tu equipo favorito en un partido importante. Dibujar. Salir bien en la foto del carnet. Que te manden un mensaje largo un día cualquiera. Y ese buenos días pequeña. Adelgazar. Leer un libro que te haga soñar. Un piropo. Recibir un abrazo inesperado. Escribir. Una fiesta un día cualquiera. Y las borracheras que no se olvidan. Los amigos. Abrir el medicamento por la parte que no está el prospecto. Hacer un regalo. Y sonreír al ver que acertaste. Y recibir un regalo. También. La familia. Una rosa el día de San Valentín. O cualquier día. Y un te quiero. Saltarse la dieta por un día. O por dos. Y comer chocolate. O chuches. Las locuras. Saber que alguien hace algo por ti. Ver una película un día de lluvia, con manta y palomitas. Ayudar a alguien. Tomar el sol en pleno invierno. El mar. Ir de rebajas y encontrar talla de eso que te gusta. La sensación de saber que amas y eres amado. Las carcajadas inevitables. Las miradas que se quedan grabadas. El mariposeo en el estómago. Reír hasta que te duela la barriga. Levantarse por la mañana y agradecer por estos pequeños detalles.
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