domingo, 25 de marzo de 2012

Estás aquí para ser feliz, no para sufrir.

Seguir adelante duele, claro que duele, pero es necesario. Es cierto que los recuerdos nos invaden de repente, sin quererlo, incluso cuando menos lo esperamos o simplemente a rachas, pero llega un día, y créeme que llega, en el que nos damos cuenta de que la vida, los buenos momentos son nuestros y de nadie más, llega un día en el que te despiertas y sonríes por tí, y solo por tí. Sabes de sobra que has amado, defendido y luchado por algo hasta el punto de no querer soltarlo y ahora... has tocado fondo y te es imposible olvidar. Yo simplemente diría que se tratra de superar, no de olvidar; superamos al pensar que tenemos cosas mejores junto a nosotros, y que aquello no era tan valiosos como parecía. Cuando algo así ocurre únicamente debe hacernos más fuertes. Recuerda siempre aquello de está permitido caer pero levantarse es obligatorio.

 Posdata: Porque es más fácil decir a los demás las cosas que debería aplicarme a mí misma. Y yo no soy fuerte, pero si intento serlo es porque ella me hace creer que puedo. Ella levanta una torre desde el cielo hasta aquí, me regala unas alas y me ayuda a subir a toda prisa. Me dice que sonría, y sólo ella sabe que detrás de las lágrimas ahí acaba saliendo, pequeña sonrisa, pero de las de verdad.

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